¿Por qué es malo dormir con lentillas?
¿Alguna vez te has preguntado si es malo dormir con lentillas? Con el trabajo, la universidad y los deberes del hogar, es fácil quedarse dormido con las lentillas puestas. Es un comportamiento frecuente tanto en niños y adolescentes, como en adultos.
La respuesta rápida es que sí, es malo dormir con los lentes de contactos. Te enfrentas a problemas de visión, infecciones y úlceras oculares.
Si tienes el hábito de dormir con las lentillas, y estás preocupado por tu bienestar, te recomendamos que continúes leyendo esta publicación. Mencionaremos las razones por las que no deberías dormir con los lentes de contacto y algunos consejos para minimizar los riesgos de dormir con lentillas.
¿Es malo dormir con lentillas?
Si es la primera vez que te quedas dormido con las lentillas, lo más probable es que sientas tus ojos secos. Como si estuviesen pegados. Nada de qué preocuparse, ¿cierto? En realidad, sí. Dormir con lentillas es una mala idea.
Quedarse dormido con las lentillas aumenta el riesgo de contraer infecciones oculares. Y, si las infecciones se complican, puedes perder el ojo.
La mayoría de los oftalmólogos recomiendan evitar el uso de las lentillas en las horas de descanso. Ya sea que te vas a dormir, o a tomar una siesta de pocas horas o minutos.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias de dormir con las lentillas? Según las investigaciones y estudios del tema, si duermes con los lentes de contactos, acabarás estresando la córnea y ocasionando daños permanentes en la estructura del ojo.
Un conjunto de infecciones están relacionadas con el uso de las lentillas para dormir. Las más comunes son las siguientes:
- Queratitis fúngica. Trastorno del segmento interior del ojo provocado por hongos patógenos de humanos.
- Queratitis por acanthamoeba. Infección parasitaria de consecuencias devastadoras.
- Infección en la córnea. Trastorno que afecta la capa transparente que protege la parte coloreada del ojo.
- Conjuntivitis. La conjuntivitis es uno de los problemas más comunes al quedarse dormido con los lentes de contacto. Es una infección de origen bacteriano que provoca enrojecimiento y secreción ocular en ambos ojos.
Vale la pena mencionar que los riesgos al dormir con lentillas son independientes del tipo de lente de contacto –sea blando, duro, decorativo o permanente, lentillas costosas, lentillas baratas, etc.–. Eso por los motivos en los que profundizaremos a continuación.
¿Por qué es malo dormir con lentillas?
Sabemos que dormir con lentillas aumenta el riesgo de infección y problemas oculares graves, como la pérdida de visión. Pero, ¿por qué sucede? ¿Cuál es el motivo?
Las personas que, al menos en una oportunidad, se han quedado dormidos con lentillas habrán experimentado una sensación de sequedad en los ojos.
La razón es que las córneas necesitan hidratación y oxígeno. Parpadear es lo que mantiene los ojos frescos introduciendo líquido lagrimal y garantiza que el oxígeno fluya hasta las córneas.
Las lentillas se colocan sobre la superficie de los ojos y, dado que mientras dormimos no parpadeamos, restringe el poco oxígeno y líquido que se suministra a la capa exterior transparente en la parte delantera del ojo.
La consecuencia es que tus ojos serán más susceptibles a enfermedades bacterianas como: parásitos, hongos, conjuntivitis, pus, etc. La zona ocular no combatirá de manera efectiva las bacterias y microorganismos.
Y es que no estamos a salvo ni siquiera si son siestas cortas. Mientras más los usamos las lentillas al dormir, mayor es el riesgo de infección.
Síntomas de infección ocular por lentillas al dormir
Los síntomas de infección ocular, que podrían estar asociados con dormir con lentillas, son los siguientes:
- Sensación de sequedad
- Secreción ocular
- Dolor al frotarse los ojos
- Malestar en los ojos
- Cansancio de la vista
- Sensibilidad a la luz
- Visión borrosa
Consejos para evitar infecciones oculares
La solución definitiva para minimizar el riesgo de infección ocular es quitarse las lentillas antes de dormir. Actúa a tiempo antes de que te quedes dormido con los lentes de contacto en la capa externa de tus ojos.
Además de retirarte las lentillas, también es recomendable mantener una higiene adecuada de los lentes de contacto, seguir las instrucciones de los oftalmólogos y cambiar de estuche cada tres meses.